Participación en el Congreso Juvenil CCyVP
Algunos estudiantes del Colegio CEU San Pablo Murcia asistieron al Congreso Juvenil Católicos y Vida Pública que tuvo lugar este pasado fin de semana en el Colegio CEU San Pablo Claudio Coello, al que agradecemos su hospitalidad y su magnífico papel como anfitrión.
Este evento se enmarca dentro del XXI Congreso de Católicos y Vida Pública, que organizó la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y pretende dar un espacio a los adolescentes, creando un lugar de encuentro donde pueda reflexionar sobre su capacidad de creer y de transformar esta sociedad.
En esta edición, han contado con las conferencias de José Fernando Juan, educador y colaborador de iMisión, Javier Segura, delegado de Enseñanza de la diócesis de Getafe, así como de actividades de voluntariado, un Torneo de Debate, el concierto de The Free Folkin, el encuentro y oración celebrado en la capilla de la Facultad de Ciencias Económicas y la Eucaristía del domingo en el Colegio Mayor Universitario de San Pablo.
Durante el fin de semana, los asistentes han debatido sobre la realidad de la libertad de educación para poder conocer la realidad social, evaluar cómo les afecta y comprometerse con esta causa a través de exposiciones, testimonios y debates.
Estos intensos y productivos de días de debate y reflexión sobre la libertad de educación nos han dejado importantes conclusiones, recogidas en el Manifiesto leído por la propagandista Carla Díez de Rivera.
En él, hace un llamamiento a todos los ciudadanos con el fin de garantizar y defender la libertad de enseñanza, un término que “engloba un conjunto de libertades como son la libertad de creación de centros, la libertad de modelo de educación, la libertad de elección de formación religiosa y moral de los hijos -de acuerdo con las convicciones de los padres- y la libertad de cátedra”. Además, advierte que “el ideario del centro educativo es el elemento nuclear de la libertad de enseñanza, no reducido solo a las opciones de formación religiosa y moral, sino también a las opciones pedagógicas y organizativas”.
Asimismo, el Manifiesto denuncia que “lo opuesto a la libertad de enseñanza es la escuela pública única, pues supone la imposición de un único modelo y, con ello, la imposibilidad de elegir. El intervencionismo supone un grave límite a la libertad de enseñanza”. Otro aspecto que resalta el Manifiesto es el referido a la familia: “los padres tienen el derecho original, primario e inalienable a la educación de los hijos y, por lo tanto, el Estado y los centros son subsidiarios de la familia”.
Además de reclamar una sociedad civil y familiar fuerte, unida y dispuesta a afrontar los retos y desafíos del presente. La escuela católica, subraya el Manifiesto, “tiene la obligación moral de atender a su misión específica: comunicar a Cristo; defender la verdad y el bien común, en lugar del particular”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, ha clausurado el Congreso junto con su director, Rafael Sánchez Saus, ha reafirmado la importancia de este encuentro que “termina hoy, pero sus frutos continúan, ahora, con un manifiesto que ha de llegar al Ministerio, a los políticos, a los colegios, a las entidades educativas, a las comunidades religiosas y a los medios de comunicación”.
El arte de educar en libertad
La conferencia de clausura ha corrido a cargo del profesor de literatura y ensayista italiano, Franco Nembrini, en la que ha explicado que “necesitamos un gran acto de valor para saber el verdadero significado de la educación”.
En este sentido, Nembrini ha catalogado a la educación de “sentimiento de vida, de amor a la vida”, y ha subrayado que “la educación católica no debe ser triste”. Para conseguirlo, el ensayista ha tildado de necesaria “la búsqueda por parte de los jóvenes de ver a su padre y a su madre felices y morir de envidia por ello”.
Cardenal Robert Sarah: ”La educación está en el corazón de la misión de la Iglesia”
Con motivo de la presentación del XXI Congreso Católicos y Vida Pública, el Cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, abordó la importancia de la educación en la misión de la Iglesia, en un momento en el que “la escuela y la universidad atraviesan una crisis muy profunda, la de una sociedad laicista, secularizada, sin Dios”. Una crisis que proviene del “constante cuestionamiento de los valores fundamentales que durante miles de años han apoyado, enseñado, educado y estructurado al hombre internamente”.
Dentro del marco del Congreso de Católicos y Vida Pública, también ha tenido lugar un Congreso Infantil para los más pequeños, que han podido participar en actividades acordes con su edad, profundizando en los mismo contenidos que sus padres mediante juegos, talleres, animaciones, cuentos,…
Gracias a los profesores del Colegio CEU San Pablo Sanchinarro y del Colegio CEU San Pablo Montepríncipe por la organización de este congreso infantil.