eXlibris: la narrativa como antídoto

eXlibris, un programa Diego Blanco Albarova, que llevamos a cabo en nuestros colegios CEU, se apoya en la literatura, el cine, las series, los cómics y otros formatos similares, para ayudar a niños y jóvenes en sus posibles dificultades en el estado de ánimo y a encontrar sentido a las cosas que les pasan.
En el programa, mediante el análisis de la estructura de una historia, con los problemas, las derrotas y las victorias experimentadas por los personajes, los alumnos pueden comprenden las contrariedades y los obstáculos de la vida y recobrar la esperanza en la posibilidad de un «final feliz» ante cualquier tipo de dificultad emocional que puedan estar atravesando. De esta forma, los adolescentes encuentran espejos en los personajes, pueden verse “desde fuera” y abordar temas delicados o dolorosos de una forma menos directa.
Diego explica que procura utilizar historias que sean muy conocidas por todos más que otras que precisen de una cierta exigencia intelectual (El Señor de los Anillos, Harry Potter, Star Wars o Toy Story hasta Aladdín o El rey león).»Por ejemplo, con Harry Potter conseguimos un altísimo grado de identificación de los chavales con la historia del protagonista. Harry es un chico de unos 12 años que vive una experiencia de soledad y abandono en un entorno que le es hostil, y que, justo ahí, en esa situación existencial, recibe una buena noticia que redimensiona todo lo que él creía saber sobre sí mismo, sobre su entorno, sobre su importancia en la vida e incluso sobre su cicatriz, que usamos como símbolo de la pequeña o gran herida que cada uno llevamos dentro, al descubrir que siempre había ignorado que esa marca en la frente se debía a un acto de amor, al dar su madre la vida por él y no a un acontecimiento nefasto, un supuesto accidente de coche, tal como le habían contado.»
«En todos estos grandes relatos, entran en juego los nuestros» afirma Diego.»Al meternos en estas historias, que han sabido leer el alma del hombre y sacar a la luz tanto sus dificultades como su belleza, se ilumina la memoria de lo que somos y por medio de la mirada del narrador comprendemos que nadie es un extra en el escenario del mundo y que la historia de cada uno está abierta a la posibilidad del final feliz. Cuando nos sumergimos en estas historias, podemos encontrar motivaciones heroicas para enfrentar los retos de la vida y descubrir cuál es esta fuerza que lleva al protagonista a cumplir su destino.» agrega.
A lo largo de los cursos, Diego ha ido utilizando diferentes dinámicas de trabajo, dependiendo de las necesidades que se iban presentando en los alumnos. «Al final, creo que lo que verdaderamente funciona es lo que decía Hannah Arendt acerca de que cualquier pena se puede sobrellevar integrándola en una historia o contando una historia sobre ella. Por eso es lo que procura hacer, proporcionándoles a los alumnos historias donde cada cual, con sus problemas, pueda entenderse un poco mejor, tomar aliento, recobrar la esperanza y la confianza en ser el autor de su propia historia.»
Lo que más le sorprende y ayuda a Diego, son los alumnos que se acercan a contarle que han cambiado la perspectiva ante alguna experiencia que hasta entonces siempre les había costado entender o aceptar. «Recuerdo en especial una alumna con problemas de aprendizaje que, después de una sesión con su clase se acercó a decirme que era la primera vez que comprendía la razón por la cual «le había tocado» ser como era y que ahora que comprendía, se sentía agradecida por ello. Esto, la verdad, no tiene precio.»