La importancia de fomentar en los niños el pensamiento crítico y creativo
Para que los niños aprendan a tomar sus propias decisiones, es necesario enseñarles a pensar y resolver problemas con destreza desde la más temprana infancia. Pero, ¿cómo se les puede enseñar a pensar?
El Thinking Based Learning (TBL o aprendizaje basado en el pensamiento) permite a los niños a desarrollar el pensamiento crítico y creativo en la toma de decisiones en sus vidas, algo que falla en muchos colegios porque siguen haciendo de la memoria la base del aprendizaje. En esta metodología, las destrezas del pensamiento se fusionan con el contenido curricular.
El TBL significa un cambio radical en la escuela actual “que mata las ganas de aprender y pensar”, en palabras de Robert Swartz, considerado una de las personalidades más influyentes en el ámbito de la educación.
Pensar implica ser creativo (producir ideas), ser crítico (saber analizarlas y evaluarlas) y hacer todo esto de manera rigurosa y atenta (pensar cuidadosamente). Estos son, además, los pasos previos que posibilitan la toma de cualquier decisión.
El alumnado aprende de una manera más motivadora y activa a través del pensamiento, más allá de tan sólo pasar exámenes de una manera pasiva y memorística, como sucede hoy en día en muchas aulas. Más importante aún, aprenden habilidades de pensamiento importantes para comparar y contrastar cosas; aprenden a llegar a sus propias conclusiones, y a tomar sus propias decisiones. Estas habilidades permanecerán con ellos el resto de sus vidas.
¿Por qué debemos enseñar a la infancia a pensar, si niños y niñas lo hacen de manera tan natural como respirar? La respuesta se enmarca en la sociedad actual, envuelta en estímulos, como la publicidad, específicamente diseñada para hacernos dejar de pensar.
En todo proceso de pensamiento se dan dos elementos: el pensamiento en sí (la acción de pensar) y lo pensado, el objeto del pensamiento. Con el TBL, los niños centran el foco de su atención en los procesos del pensamiento, no en lo pensado. El papel de los profesores es guiar y presentar objetivos retadores a los estudiantes, para que aprendan a pensar de otra manera —desarrollando destrezas superiores de pensamiento— y no sólo utilicen la memoria.
En un aula o en un grupo serán posibles muchas decisiones diferentes frente a una misma pregunta y muchas consecuencias por cada decisión. Cuanta mayor capacidad tengamos para desarrollar diferentes posibles decisiones frente a una pregunta o problema particular, y cuantas más cosas podamos predecir, se puedan cumplir o no, mayor y mejor será nuestra capacidad de pensamiento crítico.
EL TBL se refiere al proceso del pensamiento como algo que ejercitar y al cerebro como un “músculo” que hay que entrenar para que alcance su máximo desarrollo, en velocidad, en capacidad, en habilidad para procesar y para contrastar ideas e información.
En definitiva, el aprendizaje basado en el pensamiento TBL es una metodología activa que fomenta un aprendizaje más eficaz, en el que los alumnos razonan y desarrollan la capacidad de pensar de manera más crítica a la vez que se enfrentan a los retos que les plantea la vida.
Este aprendizaje desarrolla el pensamiento independiente y crítico, la capacidad comunicativa, la escucha activa, la empatía y la metacognición, entre otras habilidades.