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Homeschooling, estamos más cerca que nunca
Durante las últimas semanas, estamos viviendo en un nuevo entorno educativo en el que profesores y alumnos siguen conectados, aprendiendo y realizando sus tareas y horas de estudio cada día. Una manera de dar clase que nos ha permitido descubrir […]
Durante las últimas semanas, estamos viviendo en un nuevo entorno educativo en el que profesores y alumnos siguen conectados, aprendiendo y realizando sus tareas y horas de estudio cada día. Una manera de dar clase que nos ha permitido descubrir beneficios y aprender algunas lecciones sobre la teleenseñanza.
Entre los beneficios de esta nueva manera de aprender destacan:
- La adquisición de una mayor competencia digital y la fortaleza y desarrollo de habilidades digitales, gracias a un uso intensivo de distintas herramientas y plataformas digitales.
- La flexibilidad temporal de la relación profesor/alumno. Lo que no se puede ver ahora, se puede ver luego gracias al avance de las nuevas tecnologías.
- La adaptación de la comunicación. Para una eficaz comunicación en remoto, el alumno ha adecuado su comunicación verbal, no verbal y digital. Además, adaptar el hábito de estudio y la organización del aprendizaje son esenciales para obtener unos resultados óptimos en la situación actual. Las clases online o las tutorías virtuales del equipo docente sirven de soporte para este cambio.
- El respeto riguroso al turno de palabra. Las reuniones grupales implican que, tanto el alumnado como el profesorado, establezcan un necesario turno de palabra, fomentando un mayor grado de compañerismo.
- Un mejor conocimiento del alumno. Esta nueva situación implica que el profesor conozca con mayor detalle la faceta académica y organizativa del alumno (su autonomía para gestionar contenidos, fechas de entrega, consulta de dudas, …).
- La concienciación de la utilidad cultural de las nuevas tecnologías. Éstas no sirven solamente para jugar a videojuegos y usar las redes sociales, sino que aportan un sinfín de recursos para el aprendizaje y la adquisición del conocimiento, muchos de los cuales están descubriendo debido a esta situación.
- La capacidad de superación. Alumnos y profesores han exprimido sus aptitudes, han potenciado numerosas competencias, especialmente en los ámbitos tecnológico y comunicativo, y han reinventado modelos de trabajo.
- El desarrollo de la resiliencia. Esta situación impredecible nos ha sacado de golpe de nuestra zona de confort y nos ha empujado hacia un nuevo entorno, que ha retado nuestra capacidad de respuesta y nos obliga a desarrollar al máximo nuestro potencial de aprendizaje.